6/4/10

otra historia de amor.

Se habían cruzado varias veces en el colegio, pero nunca hablaron. Ese viernes coincidieron en la cola para el cine y cambiaron unas palabras. Más tarde él la acompañó a esperar el bus, hablaban de los efectos especiales y el giro argumental de la última escena. En un momento ella se quedó callada, sentía flema en la garganta y le daba vergüenza carraspear. Quizá se sonrojó por eso. Él pensó que ella quería que la bese. La besó. Ella no quiso ofenderlo y no dijo nada.
Él tenía novia, pero últimamente cada vez que se masturbaba lo hacía pensando en otra, en cualquier otra: la vecina, la última chica que vio en el bus, su compañera de curso. Cualquiera en verdad, lo que importaba era no dedicarle ni una paja a su novia. Sin embargo al llegar del cine aquella noche se masturbó tres veces imaginándola gemir desesperada, como si la estuviera follando muy duro. A la mañana siguiente terminaron.
El lunes, en el colegio, vio a la chica del cine. Se acercó para hablarle, quería decirle que el beso no había significado nada, pero entonces cayó en cuenta de que no sabía su nombre. Ella quería decirle que todo fue un malentendido, pero no sabía como explicarlo. Entonces ninguno dijo nada. Simplemente se besaron, ella lo abrazó y fueron de la mano hasta la parada de bus.
Siguieron saliendo y, si primero no encontraban una razón lógica para dejar de hacerlo, con el tiempo empezaron a acostumbrarse, y un día ella lo invitó a conocer a sus padres.
Él se sintió un tanto intranquilo, cuando el señor preguntaba algo como "¿por qué salís con ella?", el pensaba cosas como “señor, supongo que los vínculos sanguíneos que la unen a su hija le han privado del placer de considerarla como objeto sexual, pero debe admitir que está (como dice la canción) para comerla con diez cubiertos: de cuatro, de lado, de arriba, de abajo, en pie”, pero terminaba contestando algo sobre el colegio, y que era amigo de un novio de una amiga de ella, y así comenzaron a hablar, más algún etcétera. La madre entonces preguntaba, por ejemplo, cuales eran sus intenciones, y él decía para sus adentros “eventualmente atarla a la cama de un motel barato y cometer perversiones sobre su cuerpo para despertar a los demonios que lleva en su vientre”, pero decía algo sobre conocerla mejor y blablaba. Finalmente los padres de ella lo consideraron un chico agradable y aceptaron la relación.
Un día ella descubrió que estaba embarazada, se lo dijo. Ella no quería tener un niño, pero pensaba que debían decidirlo juntos. Él tampoco quería tener un hijo, pero se dijo que si le hablaba de abortar ella pensaría cosas horribles de él, se lo diría a sus padres, sus compañeros se enterarían, y todos hablarían de eso. La abrazó, y un tiempo después se casaron. Nació el hijo, ella encontró un trabajo de recepcionista y él entró como cadete en la oficina de un tío. Al terminar el colegio se mudaron a vivir juntos.
Un día haciendo zapping vieron que pasaban aquella película que vieron en el cine esa primera noche, mientras la veían iban recordando como fueron las cosas y ambos sintieron que su vida era una mentira.
A mitad de la película ella dijo que le dolía la cabeza, y él que estaba cansado. Apagaron el televisor y se fueron a la cama. Poco después de medianoche él la despertó y follaron entre rabiosos y apáticos.
Nueve meses más tarde nacía su segundo hijo.


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