Ocurrió
así. Subíamos el sendero que atraviesa el bosque de las sombras.
Estaban ya lejos el Cocito, la Estigia, la barca, los lamentos. Por
entre las hojas se vislumbraba el cielo. Oía a mis espaldas el leve
rumor de sus pasos. Yo estaba todavía allá abajo y sentía encima
aquel frío. Pensaba que algún día debería volver allí, que lo
que ha sido volverá a ser. Pensaba cómo fue la vida con ella; que
otra vez terminaría. Lo que ha sido, será. Pensaba en aquel hielo,
en aquel vacío que había atravesado y que ella llevaba dentro de
los huesos, en la médula, en la sangre. ¿Valía la pena revivirla?
Pensé en eso y entreví el resplandor del día. Entonces dije: “Que
se termine”, y me di vuelta. Eurídice desapareció como se apaga
una vela. Sentí solamente un chillido, como el de un ratón que se
escapa.
_______________________
È
andata così. Salivamo il sentiero tra il bosco delle ombre. Erano
già lontani Cocito, lo Stige, la barca, i lamenti. S’intravvedeva
sulle foglie il barlume del cielo. Mi sentivo alle spalle il fruscìo
del suo passo. Ma io ero ancora laggiù e avevo addosso quel freddo.
Pensavo che un giorno avrei dovuto tornarci, che ciò ch’è stato
sarà ancora. Pensavo alla vita con lei, com’era prima; che
un’altra volta sarebbe finita. Ciò ch’è stato sarà. Pensavo a
quel gelo, a quel vuoto che avevo traversato e che lei si portava
nelle ossa, nel midollo, nel sangue. Valeva la pena di rivivere
ancora? Ci pensai, e intravvidi il barlume del giorno. Allora dissi
"Sia finita" e mi voltai. Euridice scomparve come si spegne
una candela. Sentii soltanto un cigolìo, come d’un topo che si
salva.
Nota
El inconsolable forma parte de los Dialogos con Leuco, este fragmento es el primer parlamento de Orfeo, que habla con una Bacante. La traducción de la versión en castellano es de Marcella Milano, y pueden encontrarla íntegra en:
http://margendelectura.blogspot.com/2009/12/cesare-pavese-el-inconsolable.html
El Texto original en Italiano no es difícil de encontrar, si les interesa simplemente búsquenlo
Elegí este fragmento porque me ofreció, en su interpretación del retorno de Orfeo desde el inframundo, un gozo que creí desterrado de la narrativa: la sorpresa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario