"Mi abuelo vino a Paraguay escapando de
la Gran Guerra. Llegó a una colonia alemana y lo trataron como
esclavo. Cuando estalló la guerra del Chaco se alistó voluntario y
se hizo rico arrancando a los muertos sus dientes de oro. Al terminar
la guerra uso todo su dinero para mandar quemar las casas de la
colonia alemana y sobornar a los farmacéuticos para que suspendan la
provisión de sedantes. Iba todos los días al hospital a verlos
morir de dolor hasta que no quedó uno solo. En eso gastó todo su
dinero, por eso somos una familia pobre."
21/11/12
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